Sea Moss
Te platicamos un poco de este magnífico superfood, científicamente conocido como Chondrus crispus. Esta alga comestible crece en regiones costeras del Atlántico y se considera un superalimento gracias a su riqueza de nutrientes. Es además una fuente vegana y libre de gluten.
*Consideración importante: consulta a tu médico antes de consumir Sea Moss, especialmente si se está bajo tratamiento médico o con suplementación de tiroides (el alto aporte de yodo podría no resultar benéfico en este caso).
El Sea Moss destaca por su impresionante perfil nutricional: contiene hasta 92 de los 102 minerales que el cuerpo humano necesita, de los cuales varios se encuentran en concentraciones significativas. Te detallamos los más relevantes:
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Esencial para la producción de hormonas tiroideas, regula el metabolismo, la energía y el crecimiento celular.
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Relaja músculos, mejora el sueño y el estado de ánimo, regula la presión arterial y apoya la salud nerviosa.
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Mantiene huesos y dientes fuertes, participa en la coagulación sanguínea y en la contracción muscular.
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Regula el equilibrio de líquidos, la presión arterial y la función nerviosa.
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Clave en la producción de energía (ATP) y en la formación ósea.
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Ayuda a formar hemoglobina, transportando oxígeno y previniendo anemia.
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Refuerza el sistema inmune, favorece la cicatrización y regula funciones hormonales.
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Antioxidante natural; apoya el metabolismo de carbohidratos y la formación ósea.
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Contribuye a la formación de colágeno y glóbulos rojos, y participa en el metabolismo energético.
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Antioxidante, apoya la función tiroidea e inmune.
Otros compuestos clave que contiene el Sea Moss son:
Fibra dietética (30–35%): principalmente carragenanos, con efecto prebiótico.
Ácidos grasos: como omega-3 (EPA y ARA), beneficiosos para la salud cardiovascular.
Vitaminas y antioxidantes: A (betacaroteno), C, E y vitaminas del grupo B (B2, B9).
Proteína vegetal: aprox. 10% de su peso seco.
Aminoácidos: como taurina y tirosina.
¿Cómo actúa en tu cuerpo?
Función tiroidea: el yodo y la tirosina ayudan a la síntesis de hormonas tiroideas (T3 y T4).
Regulación de glucosa y peso: su fibra mejora la saciedad y los carotenoides antioxidantes apoyan la sensibilidad a la insulina.
Salud cardiovascular: magnesio, fósforo y potasio ayudan a regular la presión; los omega-3 reducen colesterol LDL.
Defensa inmune: zinc, hierro, selenio y manganeso refuerzan la respuesta inmunológica.
Salud respiratoria: carragenanos protegen garganta y vías respiratorias.
Microbiota intestinal: sus polisacáridos actúan como prebióticos.
Recuperación y antiinflamación: antioxidantes y aminoácidos apoyan la regeneración muscular y ósea.
Estrés y estado de ánimo: el magnesio ayuda a reducir ansiedad y mejorar el descanso.